No tuve ocasión de ver al grupo October Equus en su concierto de presentación, celebrado a mediados de diciembre en el escenario de la sala SIT, sede también del imprescindible (y esperemos que solo temporalmente inactivo) local sinfo-progresivo La Cara Oculta de La Luna. En aquel momento llegaron a mis oídos muy buenas referencias de este grupo, pero la verdad es que se quedaron cortas frente al contundente directo que superó todas mis expectativas y que tuve la suerte de disfrutar el pasado 20 de febrero, en el escenario de El Lobo de Sanabria.

En este mismo sentido, tenía en mis manos desde hacía un tiempo la maqueta presentación de October Equus, un estupendo trabajo conceptual denominado Hydra, un disco bien grabado y repleto de innovadora música de principio a fin. Pero, como digo, el directo del grupo superó, recreó y engrandeció hasta el infinito las ya de por sí buenas interpretaciones de la maqueta.

La sala del concierto permitió, en su modestia, un más que conseguido sonido. Y los cuatro componentes del grupo estuvieron realmente soberbios: Angel Ontalva demostró ser un guitarrista hábil, creativo y espectacular, Amanda Pazos hechizó a los presentes con su increíble dominio del bajo, Victor Rodríguez dió muestras de un virtuosismo multicolor con sus teclados, y Chema Fernández devino en un batería realmente fuera de serie.

El set-list del concierto recorrió todos los temas de Hydra (Hydra, Lupus in Fabula, Bigas, Sacrificio, Reliqua Tempora, Vestales, La Cabeza del Vencedor, Minus Nihilo), incluyendo también un bis bluesero y beatlemano, alejado del sonido habitual de la banda, pero igualmente sorpresivo y contundente.

En ciertas ocasiones los calificativos resultan insuficientes, las etiquetas resultan confusas, y es absurdo intentar sustituirlas mediante un exceso de verborrea grandilocuente. En este sentido, al mencionar a October Equus resulta inevitable (pero a todas luces insuficiente) hablar de música de alto voltaje, innovadora, creativa, potente, imprevisible, valiente, espectacular y colorista; del mismo modo, resulta lógico (pero a todas luces incompleto) intentar encajar a esta gente en el molde del Rock In Oposition ó hablar de las influencias de King Crimson, Univers Zero ó Henry Cow, entre otros. Todo lo anterior es cierto pero, ante todo, October Equus son October Equus, música hecha por gente capaz de arriesgarse, para gente capaz de arriesgarse.

Si todo sigue el camino previsto, el grupo publicará esta primavera su primer disco oficial, y sin duda entonces tendremos una nueva ocasión de escucharles en directo. Así que si ya habéis tenido la fortuna de verles actuar, allí nos veremos de nuevo, y si aún no la habéis tenido, arriesgaos y no faltéis a la cita.